Sin duda el gusto por los objetos y personas comienza con la vista. Desde esta perspectiva, el diseño del libro es la carta de presentación para el lector. El diseñador determina las características del libro: tamaño, tipo de letra, tipo de papel, márgenes, espacio entre líneas, entre otros.
En algunas ocasiones el diseñador puede ser el ilustrador del libro; en otras ocasiones, se limita a configurar la forma del texto; este personaje dentro del texto proyecta el libro considerando el propósito y el tema.
Existen tres aspectos fundamentales para desarrollar el proceso. El primero se trata del cálculo del tamaño del libro. Dentro de este aspecto se considera la cantidad de letras del manuscrito, es decir, el número de caracteres en una página.
El diseño básico es el segundo elemento, en donde se debe buscar la mejor presentación al menor costo. Aquí también se considera la letra en cuanto figura, tamaño, longitud de línea e interlínea. Finalmente se encuentra el trabajo artístico el cual comienza con el diseño de portada y forros. Este es uno de los aspectos fundamentales, ya que la imaginación y el manejo de recursos sosn fundamentales.
Se debe considerar la selección de equipo, materiales e imprenta, ya que son las variables fundamentales para el desarrollo del proceso de impresión. La tipografía, la impresión, el papel y la encuadernación estructuran la parte final del diseño. De lo anterior depende la venta y éxito del libro.
El diseño conforma una pieza fundamental para proyectar el contenido del manuscrito y asegurar lo atractivo para la venta y difusión.
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